Si bien la tecnología basada en IA es más rápida, más precisa y mucho más racional, estas no son intuitivas emocionalmente ni tienen sensibilidad cultural. Y son exactamente estas habilidades humanas, las que nos hacen tan efectivos.
La inteligencia artificial ha llegado para quedarse, especialmente después de la pandemia, en donde diversas compañías alrededor del globo orientaron sus esfuerzos a automatizar y digitalizar sus procesos, y con ello, observaron nuevas oportunidades de optimización.
Según indica la revista Harvard Business Review, los expertos predicen que el uso de la inteligencia artificial agregará $15,7 trillones de dólares americanos a la economía para el 2030, reflejando la magnitud de esta revolución que afectará el modo en que trabajamos.
Muchos ven este cambio con malos ojos, prediciendo que las máquinas van a reemplazar casi por completo a los humanos, quienes quedarán sin oportunidades de trabajo. Cada vez que vivimos una revolución tecnológica surgen este tipo de temores, pero nuestra convicción es que la tecnología tiene el potencial de aumentar la inteligencia humana.
“La pregunta sobre si la inteligencia artificial (IA) va a reemplazar a los humanos asume que la IA y los humanos tienen las mismas cualidades y habilidades”, plantean David De Cremer -profesor de gestión y organizaciones en la Escuela de Negocios de la Universidad Nacional de Singapur- y Garry Kasparov -quien fue el campeón mundial de ajedrez más joven de la historia y ganó reconocimiento mundial al jugar una partida contra el super computador de IBM Deep Blue- en una columna para Harvard Business Review.
Ante esto enfatizan que, si bien la tecnología basada en IA es más rápida, más precisa y mucho más racional, estas no son intuitivas emocionalmente ni tienen sensibilidad cultural. “Son exactamente estas habilidades que poseen los humanos las que nos hacen efectivos”.
“Cada vez es más importante que los profesionales humanos que trabajan con sistemas avanzados de IA desarrollen un modelo mental apropiado sobre las diferentes capacidades cognitivas de los sistemas de AI en relación con la cognición humana”, señalan los autores del paper Humanos versus Inteligencia Artificial, publicado en la revista científica Frontiers.
Sabemos que la IA procesa y calcula datos altamente complejos de forma eficiente, a eso nos dedicamos en Alaya Digital Solutions. Es capaz de responder a problemas complejos y puede analizar, priorizar y procesar una gran cantidad de datos de manera correcta y veloz. Además, son más estables, ya que no están sujetas a estrés, cansancio y emociones. Sus habilidades responsivas están limitadas a los datos que poseen.
Por su parte, hasta el momento los seres humanos son mejores en las interacciones psicosociales, son capaces de interpretar el lenguaje y los simbolismos, pueden responder a situaciones inesperadas e impredecibles y proponer soluciones creativas. Tenemos la capacidad de imaginar, anticipar, sentir y juzgar situaciones cambiantes.
La combinación de ambas inteligencias va a ser el futuro del trabajo, señalan De Cremer y Kasparov, quienes han definido esta simbiosis como Inteligencia Aumentada: “Va a crear el tipo de inteligencia que permitirá a las organizaciones ser más eficientes y precisas, pero a la vez creativas y proactivas”.