Desaparición misteriosa
En el día a día de una empresa, pueden acontecer muchas situaciones.
Ayer llegó una persona de otro departamento y me pidió una información que se necesitaba con urgencia para el cierre de un negocio. Le dije que no se preocupara, que se la enviaría enseguida.
Primero busqué en mi correo, escribiendo palabras claves en la cajita del buscador, sin éxito. Después comencé a abrir los correos en busca de la información, pero eran muchos mensajes y no estaba lo que buscaba. Después de 20 minutos, desistí.
Seguí con la misión y abrí el explorador de Windows, en la carpeta que yo creía que podía estar la información. Después de 30 minutos abriendo documentos y haciendo Control+F, desistí, la información se había “esfumado”.
Yo sabía que la tenía en alguna parte, pero no sabía dónde.
Fueron 90 minutos perdidos.
Misión imposible
Para ser honesto, no me podía acostumbrar a la idea de no encontrar la información, no es mi costumbre tampoco cumplir con una solicitud. Fui donde el equipo de desarrollo de la empresa, y después de las bromas pertinentes sobre la información “esfumada” los profesionales del área me comentaron los avances que tenían en la implementación de una herramienta tecnológica que solucionaba este problema.
Si analizamos las dificultades más complicadas tenemos que la cantidad de horas que perdemos al mes buscando información clave, en un volumen gigante de documentos de la empresa es enorme y podría fácilmente estar dedicado a otras tareas más productivas..
Supongamos que una persona pierde 8 horas en promedio al mes buscando información.¡Eso es una jornada de trabajo entera!
Sería como tener un día laboral extra al mes.
¿Y si una empresa tiene 60 personas que trabajan con documentos día a día? Serían 60 jornadas extras al mes para la empresa. Es como contratar a 3 personas adicionales.
El desperdicio de tiempo que tenemos en esta actividad tan simple, como es la de búsqueda de información, hoy en día puede ser un estándar. Pero en el futuro será inaceptable; es decir una misión imposible, que debe ser posible.
Mi mejor amigo, Thinker.
Después de analizar el problema, estudiar soluciones y ver el mejor camino, el resultado es poder usar la mejor tecnología como disminuir esos “ladrones”, optimizar los tiempos y productividad en el uso de información dentro de mi empresa.
Hoy la buena noticia es que ahora existe una tecnología eficiente para recuperar este tiempo perdido, y se trata de la Inteligencia Artificial Generativa resumida en el Thinker de la empresa Alaya. Una herramienta capaz de analizar e interpretar miles de documentos en pocos segundos.
Con el Thinker agregué una gran documentación de la empresa y que le hago preguntas en lenguaje natural y me contesta con gran asertividad en cosas de instantes.
Por ejemplo, ¿Cuál era el alcance del Proyecto que estamos formulando?, ó ¿Cuáles serán las actividades propuestas para el Proyecto Y?, etc. Las preguntas pueden ser infinitas.
A esta solución técnicamente se le conoce como Sistema de Exploración Inteligente (SEI). Tú haces la pregunta, SEI bucea en miles de documentos buscando las mejores posibles respuestas.
Actúa, piensa y resuelve
Thinker, ¿puede ser una herramienta para ayudar a mejorar la productividad de tu empresa?, la respuesta es fácil y precisa, si puede.
Lo interesante de mi experiencia es que el lector de este artículo puede pensar de qué forma una herramienta que piensa y resuelve problemas con grandes cantidades de información puede ayudar a mi empresa a mejorar su productividad.
Probablemente la respuesta no sea de inmediato, por eso, cuéntanos tu caso y así podremos guiarte en el uso de Thinker y su amplio catálogo de soluciones.
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